El 10 de marzo se desarrolló desde el Servicio de Empleo de FEMM el II Encuentro Mujer, Empleo y EM. Desde aquí queremos agradecer a las participantes su valentía, empatía y fuerza. Gracias por compartir y crear.
Al analizar la doble (o triple) discriminación de una mujer con EM, durante todo el coloquio tuvo más peso la discriminación por la enfermedad que por el género. La necesidad de autocuidado también se puso de manifiesto, así como la importante carga mental.
Se hizo visible la diferencia del reparto de horas entre trabajo remunerado y no remunerado de hombres y mujeres, lo cual revela el desigual reparto de las tareas de cuidados, educación, trabajo doméstico y cuidado de personas dependientes.
Esta desigualdad se traduce en que las jornadas de trabajo totales que realizan las mujeres son más largas y repercute directamente en la carga mental (la planificación, organización y toma de decisiones en el hogar la asumen mayoritariamente ellas).
Este reparto de obligaciones es la causa fundamental de la desigualdad en el uso del tiempo entre hombres y mujeres, además de ser un trabajo no reconocido que puede aumentar el estrés y la ansiedad.
Este hecho supone una de las barreras con la que se encuentran con más frecuencia las mujeres a la hora de conseguir o mantener un trabajo.
Imagen: Pixabay
Esperamos que estos consejos te hayan sido de ayuda. Si necesitas ahondar más sobre este tema o quieres comentarnos algo no dudes en contactar con nosotras.